Ocho de cada diez padres argentinos consideran que la calidad de la educación de sus hijos es buena o muy buena.

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Fundación Varkey, entidad benéfica dedicada a la educación en el mundo, lanza un estudio global sobre las esperanzas, miedos y opiniones de los padres, el más completo que jamás se haya realizado.

¿Cómo está conformada la muestra de la encuesta?

Entre el 8 de diciembre de 2017 y el 15 de enero de 2018 se realizaron 27.361 encuestas online a padres de 29 países. En Argentina fueron encuestados 1000 padres entre 18 y 55 años de edad de todo el país.

¿Cuáles son las principales conclusiones de este estudio?

El 84% de los padres argentinos califica como buena o muy buena la calidad educativa de las escuelas a la que concurren sus hijos. (78% media global).

Esta cifra es significativamente más elevada que el 34 % de padres argentinos que califican las escuelas públicas de su país como buenas o muy buenas; más positiva que otros países latinoamericanos encuestados, cuya opinión acerca de la educación pública es en general negativa, pero inferior a la media global del 45 %. En Colombia, el 30 % califica las escuelas gratuitas como buenas, 28 % en Brasil, 18 % en México y 14 % en Perú.

  • El 55% de los padres argentinos le dedica 4 horas o más por semana a ayudar a sus hijos en sus tareas escolares, y el 29% le dedica 7 horas o más (25 % media global)

  • Tres de cada cinco (60 %) padres argentinos dicen que la felicidad de sus hijos es una de las tres cosas que más ansiedad les provoca de la escolarización.

El segundo resultado más alto del mundo, después de España (64 %). Los países menos preocupados por la felicidad de sus hijos en la escuela son Uganda (20 %), Vietnam (27 %), Indonesia y Kenia (29 %).

  • El 82% de los padres argentinos considera que es muy importante que sus hijos vayan  a la universidad para poder desarrollarse exitosamente en la vida.

Otras conclusiones:
  • El noroeste argentino tiene la proporción más alta de padres ( 51%) que le dedican 7 horas o más a sus hijos en tareas escolares. De todos los países encuestados, los padres argentinos son los más satisfechos en cuanto a la cantidad de ayuda que dan a sus hijos, y el 67 % dice que el número de horas que dedican es más o menos adecuado. En ello se equiparan con México y Vietnam.
  • Los padres argentinos son menos partidarios de las escuelas privadas que los de otros países latinoamericanos encuestados, y solo el 46 % de los padres cuyos hijos asisten a escuelas públicas dice que probablemente o muy probablemente enviaría a sus hijos a una escuela privada si se lo pudiera permitir y hubiera cupo disponible; comparado con el 81 % de Brasil y el 55 % de media de todos los países encuestados.
  • Los padres argentinos son menos optimistas sobre el futuro de sus hijos que los del resto de los países latinoamericanos encuestados: el 70 % manifiesta ser optimista, comparado con el 83 % en Perú —el país con el porcentaje más elevado de todos los encuestados—, aunque, de todas formas, los argentinos son más optimistas que la media global (60 %).
  • Si hubiera fondos adicionales para la escuela de sus hijos, casi la mitad (49 %) de los padres querría que se gastaran en computadoras/tecnología.

Estos resultados forman parte de los publicados por Fundación Varkey previo al Foro Global de Educación y Habilidades (Global Education and Skills Forum, GESF) 2018. Se basan en una encuesta de opinión realizada en profundidad por Ipsos sobre las esperanzas, miedos y opiniones de más de 27.000 padres en 29 países. La Encuesta Global de Padres es el estudio más completo realizado sobre las actitudes de los padres en todo el mundo hacia la educación y el futuro de sus hijos.

Se plantearon las mismas preguntas de forma online a padres en Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Colombia, Corea del Sur, España, Estados Unidos de América, Estonia, Finlandia, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, Kenia, Malasia, México, Perú, Polonia, Reino Unido, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Turquía, Uganda y Vietnam.

Vikas Pota, director ejecutivo de Fundación Varkey, dijo:

“A pesar de los titulares que hablan de falta de fondos y de fracaso escolar en todo el mundo, es notable cuánta confianza tienen los padres en la calidad de la enseñanza de la escuela de sus hijos. No importa si el sistema educativo de un país ocupa una posición buena o mala en los rankingsglobales, los padres tienen, en todo el mundo, una sólida confianza en la capacidad del maestro sobre sus propios hijos,  y casi dos tercios de los padres creen que la escuela de sus hijos los está preparando bien para el mundo del 2030 y en adelante.

Es también esperanzador ver que los padres de todo el mundo entienden la importancia de un buen docente.  Nuestra investigación muestra que, al elegir la escuela de sus hijos, conceden gran importancia a la calidad de la enseñanza y tienden a pensar que cualquier monto adicional para la escuela de sus hijos debería ser gastado principalmente, no en nuevas instalaciones ni en tecnología, sino en emplear a más docentes o en  incrementar el salario de los existentes.

Nuestra investigación muestra también que los padres, especialmente en las economías emergentes, toman muy en serio el papel que desempeñan en la educación, dedicando muchas horas a la semana a ayudar a sus hijos al salir de la escuela.  No obstante, los Gobiernos tienen que apoyar a los padres garantizando la protección de los presupuestos escolares en situaciones de presión, y revocando los recortes en la ayuda a la educación en los lugares más pobres del mundo. Debe financiarse un déficit anual de 39.000 millones de dólares de ayuda financiera si queremos alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible en educación, así como garantizar que damos a todos los niños la educación decente a la que tienen derecho”.   

CONCLUSIONES PRINCIPALES – INTERNACIONAL:

Calidad de la educación

  1. La confianza de los padres en la calidad educativa de las escuelas de sus hijos es globalmente alta: el 78 % la califica como buena o muy buena. Sin embargo, no se otorga el mismo nivel de confianza a las escuelas públicas en todo el mundo, pues solo el 45 % de los padres encuestados califica como buena la calidad de las escuelas públicas de su país. No siempre existe relación entre la confianza en la calidad de la enseñanza y la clasificación PISA. Corea del Sur (43 %) y Japón (61 %) están entre los países con menor nivel de confianza en la calidad de la enseñanza de la escuela de sus hijos a pesar de estar en el puesto 11º y 2º de 70 en el ranking de PISA. Los padres estadounidenses (91 %) muestran el segundo nivel más alto de confianza, a pesar de que su país está clasificado como 25º en PISA.
  2. Los padres están muy divididos en cuanto a si los estándares de educación han mejorado o empeorado en los últimos diez años: el 40 % dice que han mejorado y el 37 % dice que han empeorado. Algunos de los padres más pesimistas pertenecen a las grandes economías europeas. Los padres franceses son particularmente pesimistas en cuanto a la educación, solo el 8 % dice que los estándares han mejorado, seguidos por los alemanes (19 %).  Los padres de las economías emergentes de Asia son mucho más optimistas: el 72 % en India, y el 70 % en China y Singapur considera que la educación ha mejorado. Japón es el único país de Asia que está por debajo de la media global del estudio, con un 21 %.
  3. El factor más importante para los padres a la hora de elegir la escuela de sus hijos, aparte de la ubicación geográfica, es la calidad de los docentes: el 45 % de los padres de todo el mundo con opción de elegir escuela la selecciona como uno de sus tres criterios principales. Esto es consistente tanto entre los padres de niños de primaria (44 %) como de secundaria (45 %). Luego de la calidad de los docentes, se valora un entorno feliz (30 %), los resultados académicos de la escuela (30 %), el ideario de la escuela (27 %), la calidad de las instalaciones (25 %), criterios sobre comportamiento y disciplina (21 %), costo (19 %), y en qué medida las escuelas tienen en consideración los deseos de los niños (14 %). Los rusos son los más preocupados por la calidad de los docentes, el 69 % de los padres la selecciona como uno de sus tres criterios principales, seguidos de los Estados Unidos de América (61 %) y Vietnam (58 %).
  4. Si hubiera fondos adicionales para la escuela de sus hijos, la mayor parte de los padres querría que se invirtieran en docentes. La mitad (50 %) de los padres menciona más maestros, o una mejor remuneración para los maestros existentes, como una de sus principales prioridades. Esto se compara con el 46 % que gastaría los fondos adicionales en computadores/tecnología, el 44 % en actividades extracurriculares, el 37 % en personal de apoyo, el 37% en recursos y el 34 % en estructura edilicia y otras instalaciones. Algunos de los países donde más se demanda que los fondos adicionales sean invertidos en docentes se ubican en Europa Occidental, con el 76 % de los padres en Alemania —el país con el porcentaje más alto de todos los encuestados—, 70 % en  Reino Unido y 65 % en Francia. También es elevada la demanda en los Estados Unidos de América (67 %). La demanda más baja para que los fondos adicionales se inviertan en docentes es en Indonesia (22 %).

 

Tiempo dedicado a ayudar en la educación

  1. Una cuarta parte (25 %) de los padres de todo el mundo dedica 7 horas o más por semana a ayudar a sus hijos con sus estudios. Los padres de países con menores ingresos y economías emergentes tienden a dedicar cantidades más significativas de tiempo a ayudar a sus hijos fuera del aula que los de economías desarrolladas. Así es particularmente el caso de India (62 %), Vietnam (50 %) y Colombia (39 %). Los padres de las economías desarrolladas dedican menos tiempo: solo el 5 % en Finlandia dedica 7 horas o más, el 10% en Japón y 11 % en Francia y el Reino Unido.
  2. Casi un tercio de los padres (31 %) siente que dedica poco tiempo a ayudar a sus hijos al salir de la escuela. A pesar de haber dedicado más tiempo a ayudarlos, la percepción de los padres de las economías con menos ingresos es, en este aspecto, más intensa, como ocurre en Perú, donde el 48 % dice que dedica poco tiempo a ayudarlos al salir de la escuela a pesar de que el 31 % les dedica 7 horas o más a sus estudios escolares. Estos porcentajes son mucho más elevados que los de Francia, donde solo el 11 % dedica 7 horas o más a ayudar, pero solo el 22 % piensa que dedica poco tiempo.
  3. Los padres dedican más tiempo a ayudar a los niños más pequeños: el 29 % dedica 7 horas o más a la semana a ayudar a los niños de entre 4 y 7 años, pero este porcentaje cae hasta el 17 % para los niños de entre 16 y 18 años. A los niños de 16 a 18 años, el 37 % de los padres no les ayuda en absoluto, comparado con el 16 % de los que tienen entre 4 – 7 y 8 – 11 años y el 25 % de los que tienen entre 12 y 15 años.
  4. El motivo más frecuente por el cual los padres no ayudan a sus hijos —citado por más de la mitad (52 %) de los padres encuestados— es la falta de tiempo.  Donde más perciben esto los padres es en Kenia (73 %), Singapur (68 %), Malasia (66 %), Vietnam (63 %) y Rusia (61 %). Los que menos lo perciben son los padres de Estonia, donde solo el 38 % lo cita como uno de los tres obstáculos principales. Otros motivos que los padres de los países analizados citan como razón para no ayudar a sus hijos con sus estudios al salir de la escuela incluyen: falta de información de la escuela (32 %), reciben apoyo suficiente de otro miembro de la familia/amigo (30 %), no se consideran lo suficientemente preparados sobre la materia como para ayudar a sus hijos (29 %), sus hijos no están dispuestos a aceptar su ayuda (27 %), y no consideran que les corresponda ayudar a sus hijos con sus estudios o que sea apropiado hacerlo (19 %).
  5. Los padres más preparados tienden a ser los que dedican cierto tiempo cada semana a ayudar a sus hijos con sus estudios. El 82 % de los que tienen educación universitaria proporcionan como mínimo cierta ayuda, frente al 73 % de los egresados de nivel secundario y el 61 % de los que solamente han terminado la educación primaria. Tienden a ser también los que dedican más tiempo a esa ayuda: el 29 % de los que tienen educación universitaria dedicó 7 horas o más comparado con el 22 % de los egresados de la educación secundaria y el 16 % de los que solamente tienen la educación primaria. Sin embargo, los obstáculos a la hora de ayudar son diferentes. El 56 % de los padres con educación universitaria dice que la falta de tiempo es uno de los obstáculos principales, frente al 48 % de los que tienen educación secundaria y el 31 % de los que tienen educación primaria. En cambio, el 34 % de los que tienen educación primaria dice que la falta de conocimientos sobre la materia es uno de los principales obstáculos a la hora de ayudar, frente al 32 % de los egresados de la educación secundaria y el 26 % de los que tienen educación universitaria.

 

Pluralidad en la prestación de la educación

  1. El 55 % de los padres cuyos hijos asisten a escuelas públicas dice que probablemente o muy probablemente enviaría a sus hijos a una escuela de pago si se lo pudiera permitir y hubiera plazas adecuadas disponibles. Estos números son mucho más elevados entre los países de menor renta y economía emergente como India (85 %) y Brasil (81 %). Las economías establecidas presentan un cuadro variado: algunos países, tales como los Estados Unidos de América (63 %), Reino Unido (49 %), Italia (42 %), y España (41 %), están más abiertos a esa idea, mientras que otros, como Estonia (26 %) y Finlandia (29 %), no tanto.
  2. El 61 % de los padres en todo el mundo es partidario del cheque escolar, siendo este apoyo en general mayor en los países de menor renta y economía emergente como Kenia (84 %), India (81 %) y Sudáfrica (79 %). El cuadro es aún más variado entre muchas economías establecidas, como Estonia (33 %) y el Reino Unido y Alemania (ambos 39 %). El porcentaje de partidarios es alto en Italia (70 %), Estados Unidos de América (60 %) y Australia (56 %). En estos países los padres tienden más a ser partidarios del cheque escolar que a decir que se plantearían la educación privada para sus hijos si fuera conveniente y asequible.
  3. El apoyo a la pluralidad entre los proveedores de educación es universalmente más alto entre los más jóvenes y con mayor formación. Los padres más jóvenes y con mayor formación son más partidarios de enviar a sus hijos a educación de pago si se lo pudieran permitir y hubiera plazas adecuadas disponibles. Tienden también a ser más partidarios de que grupos de padres, grupos de docentes, empresas privadas e instituciones religiosas regenten escuelas gratuitas, y a estar a favor de los cheques escolares.

Optimismo por el futuro

  1. Casi dos tercios de los padres (64 %) cree que la escuela de sus hijos les está preparando bien para el mundo del año 2030 y en adelante. Asia tiene algunos de los niveles más elevados de confianza en la escuela de los hijos, como India (88 %) e Indonesia (86 %), y también algunos de los más bajos, como el de Corea del Sur (37 %) y Japón (38 %). Los padres de África y Latinoamérica encuestados son más tendentes a creer que sus hijos están siendo bien preparados que los padres de la mayor parte de los países europeos como indica el 76 % de Kenia y el 47 % de Francia.
  2. Casi dos tercios (60 %) de los padres son optimistas sobre el futuro de sus hijos. Algunos de los niveles de optimismo más elevados están en países de menor renta y economía emergente, como Perú (83 %) —a pesar de que solamente el 14 % de los padres califica como buena la calidad de la educación gratuita— y Kenia (81 %). Las naciones más ricas, como Japón (28 %) y Francia (31 %) son en general más pesimistas, pero los Estados Unidos de América van en contra de esta tendencia: el 68 % de los padres es optimista.
  3. La felicidad de sus hijos es primordial para los padres, y el 43 % en todo el mundo selecciona este factor como uno de los tres que más ansiedad les provoca de la escolarización de sus hijos. Esto va seguido de cerca de su bienestar mental (41 %).
  4. La preocupación más habitual de los padres sobre el futuro de sus hijos globalmente es que obtengan un trabajo y tengan éxito en su profesión: el 42 % dice que esto está entre las tres preocupaciones principales respecto al futuro de sus hijos. El dinero y el coste de vida es la segunda preocupación (34 %). Los padres en general están más preocupados por cuestiones de economía básica que por el terrorismo (16%) y el cambio climático (14 %), aunque la preocupación por el terrorismo es elevada en Turquía (33 %), fronteriza con la guerra civil de Siria, y Alemania (34 %) que ha encabezado la respuesta a la crisis de los refugiados consecuencia de aquella.
  5. El 40 % de los padres considera extremadamente importante que sus hijos asistan a la universidad, pero los latinoamericanos están más decididos que la mayoría: en México el 92 % dice que es extremadamente importante, en Colombia el 91 %, en Brasil el 89 % y en Perú y Argentina el 82 %. India también presenta una cifra elevada con el 87 %. Los europeos dan una importancia considerablemente menor a ir a la universidad: el 31 % en Francia, 35 % en el Reino Unido y 36 % en Alemania dice que es extremadamente importante, lo que baja la media del estudio.
  6. Los padres que solo tienen educación primaria tienen mayores expectativas en cuanto al nivel de educación que consideran importante: el 46 % dice que es extremadamente importante que sus hijos vayan a la universidad, frente al 42 % que ha ido a la universidad y el 37 % que tienen educación secundaria.