Dos maestras de la Argentina están entre los 50 docentes finalistas al Global Teacher Prize 2020, de Fundación Varkey, que en alianza con UNESCO, otorga un millón de dólares y se destaca como el premio global más importante en su tipo.
Se trata de la Mariela Guadagnoli, maestra de enseñanza técnica en construcciones de la Escuela de Educación Técnica Profesional N° 456 “Hipólito Yrigoyen” de la ciudad de Gálvez, provincia de Santa Fe; y Cecilia Carolina Muñoz, docente de inglés de la Escuela Primaria N° 751 Teniente General “Juan Carlos Sánchez”, de la ciudad de Bandera, Santiago Del Estero. Ellas fueron elegidas entre 12.000 nominaciones y postulaciones de 140 países de todo el mundo.
El Global Teacher Prize es un galardón creado para reconocer el sobresaliente aporte a la profesión del maestro más destacado del año y para subrayar la importancia del rol de los docentes en la sociedad. Al dar a conocer miles de historias de héroes cotidianos que transforman la vida de los jóvenes, este premio tiene como objetivo destacar la ejemplar tarea de millones de educadores en todo el mundo.
Con diez años por delante para cumplir el Objetivo 4 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas -proporcionar una educación de calidad para todos los niños- el Global Teacher Prize se alió con la UNESCO para garantizar que los docentes estén presentes en las agendas de los gobiernos.
Las historias de las docentes argentinas
Mariela Guadagnoli es arquitecta y aún se vale de esa disciplina para trabajar con sus estudiantes. Su foco está en mejorar su educación y desplegar una perspectiva de carrera con integración social. Mariela pone énfasis en la resolución de problemas reales y concretos utilizando el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) como método de enseñanza. Así ha logrado indagar en las necesidades de sus alumnos e involucrarlos con espacios de la comunidad. Con el proyecto de adoquines ecológicos ha conseguido desafiar a los alumnos de su escuela. Los chicos y chicas se involucraron con la problemática del medio ambiente, investigaron materiales descartables, se vincularon con otras áreas dentro de la escuela y comenzaron un diálogo con los líderes locales para poder desarrollar su proyecto. Además, diseñaron y construyeron una huerta orgánica comunitaria en el predio de un hogar de ancianos lindero a la escuela, generando un puente entre dos generaciones que se necesitaban mutuamente. Al colaborar con estudiantes de otras escuelas y el municipio, los estudiantes de Mariela se han involucrado en revitalizar una plaza histórica abandonada. La combinación de proyectos cuidadosamente diseñados ha ganado el reconocimiento regional y nacional de Mariela y sus estudiantes.
Carolina Muñoz utiliza las TIC, la gamificación y la técnica de aula invertida para motivar y educar a sus alumnos, que pertenecen a una comunidad vulnerable, donde incluso los recursos básicos como el agua y el saneamiento son escasos o a menudo están contaminados. Utilizando diapositivas, proyectores y punteros láser, técnicas que ella misma aprendió de los videos de YouTube, ha logrado inspirar a sus alumnos, aumentar su concentración y reducir la indisciplina en las clases. Usando Google Earth, ha llevado a sus alumnos prácticamente a todo el mundo y ha convertido a muchos de sus alumnos en "prosumidores", es decir, productores y consumidores de contenido digital con un propósito educativo productivo. El uso de la tecnología que ha hecho Carolina para mejorar las habilidades del idioma inglés y la comunicación de los estudiantes le ha valido una gran cantidad de premios regionales y nacionales.